domingo, 23 de enero de 2011

"Tron: legacy" digna secuela de un buen videojuego.

Tron (1982) fue una película arriesgada visualmente en su día, que acabó siendo considerada con el paso de los años en película de culto. Un jovencísimo Jeff Bridges creaba un videojuego y por ciertas razones internas de su empresa, al intentar recuperar los derechos de ese videojuego que le habían copiado, un accidente relacionado con otro proyecto de la empresa hace introducir a Flynn (Bridges) en su propio videojuego. Allí será sometido a las básicas reglas de un juego, solo que con una diferencia mortal: tienes que jugar pero si pierdes, mueres. "Tron: legacy" comienza con que Flynn, tras escapar de este mundo digital en la primera entrega, queda atrapado definitivamente en él, ya que su programa clon para el juego, CLU, se ha revelado contra él, dejando huérfano a su hijo Sam.



No sé si esta secuela tendrá la misma aceptación por los fans que la primera, pero eso no me importa. Lo que me importaba era ver una película entretenida, con buenos efectos especiales y sin muchas complicaciones. Y encontré exactamente esto. Es más, tratándose de la Disney me esperaba un producto bastante más infantil. Haber, no es que sea La lista de Schindler, pero ya me entendéis, carece de ese tono infantil que hubiera hecho, al menos a un servidor, la cinta un poco más inútil. Los efectos visuales del film son extraordinarios y se nota que Disney se ha dejado una auténtica pasta en ellos. Sin embargo, el cgi de Clu al principio se nota demasiado que es ordenador. En escenas más tardías sí mejora bastante, aún así no llega al nivel del Brad Pitt mostrado en El curioso caso de Benjamin Button.



Joseph Kosinski consigue una aceptable dirección, sin demasiados mareos que a priori parece que vas a padecer. Consigue sacar de Olivia Wilde (en principio la clásica sex symbol) una buena interpretación para lo que son estos papeles para este tipo de películas. Incluso Garret Hedlund está serio y convincente como Sam, hijo del desaparecido Flynn. La colaboración algo histriónica de Michael Sheen, que aquí no está demasiado acertado el actor británico, entorpece la labor actoral. Fuera de las escenas de acción, que es casi todo el tiempo, se acusa algún que otro bajón de ritmo, nada que afecte al resultado final.



En realidad la película podría incluso considerarse un pseudo-remake, ya que el argumento es casi calcado, cambiando al hijo del protagonista y al programa por CLU. La música de Daft Punk, que ya se hizo famosa en su día con la primera entrega, vuelve a poner el tono clásico de videojuego de los años 80 a la historia. Mientras que el guión de Adam Horowitz, Richard Jefferies, Edward Kitsis, Brian Klugman, Steven Lisberger, Lee Sternthal sólo es aceptable para haberlo escrito tantas personas.



Por supuesto llegamos a lo mejor de la película, ni efectos ni música ni nada: Jeff Bridges. El actor ganador del Oscar hacía su primera película después de ganar la estatuilla, y se nota su grandeza. Aporta el carisma necesario, y parece no haber pasado los años por Kevin Flynn. Su doble aportación mejora el film con creces, aunque yo me quedo con el carne y hueso, por supuesto.



Tron: legacy es una película bastante entretenida, casi no te deja respirar en sus escenas de acción, vaya, es un blockbuster que se ha estrenado en Navidades en lugar de verano. Es una muy digna secuela de lo que fue un buen videojuego.

Mi nota: 6,1

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