"127 horas" entre la roca y la pared.

Danny Boyle no es un director que suela encandilarme, por lo general. Su "Slumdog Millonaire" está excesivamente sobrevalorada (no me cansaré de sorprenderme en qué vieron en ella para darle 8 Oscars!!!), sin embargo tiene algunos films en su carrera que no han estado mal. Cintas interesantes como "La playa" o "28 días después" tuvieron su buen momento y destacaron por sus respectivas y distantes estéticas. Sin embarbgo ninguna de estas se acerca al nivel de la mejor obra del director británico "Trainspotting". "127 horas" es el film que más se acerca a este nivel. Y lo hace gracias a un enorme James Franco.

La historia está basada en un escalofriante hecho real, en el cual el norteamericano Aron Ralston quedó atrapado durante cinco días en las grietas de un parque nacional mientras hacía alpinismo/escalada en el año 2003. Al no haberle dicho a nadie dónde estaría, Ralston se vio invadido por un sentimiento de soledad absoluto y fue consciente de que la muerte se había plantado delante en aquel parque. Ralston tuvo que tomar una decisión crucial si quería escapar de allí y seguir con vida, y eso es lo mejor que retrata Boyle en la cinta.

Esta película puede echar hacia atrás a muchas personas, ya que el parecido con "Buried" es razonable. Sin embargo, no tengo tan claro que las sensaciones de agobio sean mayores en la cinta de Rodrigo Cortés. Porque lo cierto es que James Franco tiene más carisma de aquí a lima que Ryan Reynolds, y es él el que nos transmite el sufrimiento en todo momento. Franco está literalmente espléndido, en todos los aspectos. Con un simple gesto facial podemos interpretar lo que está sufriendo o incluso lo que está pensando. A medida que pasan las horas y se queda sin comida, sin agua y con pérdida de sueño, Ralston comienza a desvariar, a imaginar cosas, y finalmente recordando lo que ha sido su vida y lo arrepentido que está de no haberla aprovechado al máximo, de no estar lo suficiente con las personas a las que quieres. Cuando te encuentras en una situación como ésta tienes tiempo para pensar en eso, y Aron no es distinto. Muy merecida en mi opinión la nominación, y creo que es el único que puede hacerle sombra a Colin Firth.

La implicación de Franco en el proyecto es total, y se palpa desde la primera escena. El resto de actores hacen un simple cameo, como Kate Mara o Lizzy Caplan. Todo está al servicio de Franco y no decepciona. Aunque la cinta tiene varios momentos de montaje bastante buenos por parte de Boyle (lo de Scooby Doo es un puntazo, o los flash-backs que alivian un poco la situación) es Franco el que le salva la papeleta y convierte el film en una película seria y a tener en cuenta. La banda sonora de A.R. Rahman no está mal, arranca de forma original, sin embargo se pasea todo el film a veces hasta molestando. Sin embargo, parece que el único que ha estado trabajando todo el rato (Franco), se llega al momento tenso del film. Entonces todos se ponen serios y hacen que se nos ponga la piel de gallina. Lo de la gente desmayándose de la sala es un poco exagerado, pero se comprende también. La escena está rodada sin tapujos y sí, se ve bastante. Lo único que pueden hacer los más "tiquismiquis" es volver la cara, porque Boyle te lo va a mostrar de forma visual y con sonido. No se acentúa tanto el sonido como en esa gran escena de "La pasión" de Mel Gibson, pero algo se escucha. La mejor escena del film.

"127 horas" es una buena película, que se pasa volada en sus 93 minutos de duración, que contiene escenas muy agobiantes, sí, pero también lanza un mensaje claro: nuestra naturaleza nos enseña a sobrevivir y no rendirnos. Todo, por muchísimo que cueste, tiene solución, menos la muerte. Y cuando ésta llega es demasiado tarde para hacer nada, incluso para arrepentirte. Es increíble las ganas de vivir que pueden entrarte cuando estás atrapado entre la roca y la pared.

Mi nota: 7,5