Especial Christopher Nolan: "Insomnio" (2002)

Era un regreso muy esperado. El aclamado cineasta Christopher Nolan volvía después de asombrar a la crítica más especializada con "Memento". Era el turno de Nolan. Debía demostrar si esa pequeña joya había sido fruto de la suerte o de un director momentáneamente inspirado, o por el contrario, se trataba del surgimiento de uno de los directores que llevaría ideas frescas y originales al más desgastado Hollywood. "Insomnio" produjo ambas sensaciones. Estamos ante el film más flojo de Nolan, pero no hay que subestimar la calidad de este director. La obra menor de este realizador puede ser la obra maestra en toda una carrera cinematográfica de cualquier otro.

Es cierto que Nolan hace un film más comercial (lo normal después de sorprender con una película independiente) y es la única ocasión que se ha dejado llevar en lo que se refiere a no dirigir un guión original (El film es un remake de la sueca Insomnia).

Pero no nos dejemos engañar porque como ya he mencionado antes, Insomnio podría ser la obra maestra de cualquier otro. El suspense del film te agobia, te envuelve. Gracias una gran interpretación marca de la casa Pacino (para mí y hasta ahora su último gran papel). La película es Pacino y Pacino es la película. Enseguida nos movemos por lo que él ve y lo que siente. La incómoda situación por la que es llevado a investigar el asesinato y lo que ello marcará en su carrera y en su vida. Por otro lado tenemos el apoyo de una correcta Hilary Swank, la cual parece aprender de Pacino no solo en el rol de su personaje, sino como actriz. Swank gana al lado de Pacino, porque Al es de esos magníficos actores que trabajan estupendamente pero que a su vez hace trabajar bien a sus compañeros. De ahí también se beneficia el tercero en discordia. Robin Williams no aparece hasta casi pasado tres cuartos de hora de metraje. Sin embargo, Nolan hace que vayamos sintiendo su siniestra presencia desde el primer minuto. Las escenas Pacino-Williams son sin lugar a duda lo mejor del film.

La historia carece un poco del ritmo frenético del que nos suele tener acostumbrados el director. La banda sonora de David Julyan tampoco colabora en levantar ciertos momentos "lentos" (sería la última colaboración antes de la llegada del hombre murciélago). Sin embargo Wally Pfister consigue una fotografía que roza lo brillante. Hay ciertos planos de Alaska muy cuidados, y la sensación permanente de horario diurno puede llegar a agobiar al espectador. Esa tensión se palpa es varios planos secuencias made in Nolan que hacen que la ansiedad empiece a correr por tus venas (véase la escena en que el personaje de Pacino, desesperado por dormir, no logra tapar la claridad que entra por la ventana).

Insomnio es una buena película. Una obra menor de un maestro que se ha crecido con los años. Aún así nos deja un producto marca de la casa (no faltan los clásicos flashbacks) con un reparto de lujo y por supuesto un suspense del bueno garantizado que hará que más de uno se inquiete delante de la pantalla.

Mi nota: 6,8