jueves, 5 de agosto de 2010

Especial Christopher Nolan: "El truco final" (El Prestigio, 2006)

Tras darle su primer origen en la gran pantalla al hombre murciélago, Christopher Nolan se embarcó en su nueva película. Una amistad entre dos magos que se convirtió en una rivalidad. "El truco final" (2006) es un paso más allá de Nolan. En esta película la trama se enreda como si de un verdadero truco de magia se tratara. Nolan lo sabe, y utiliza esas bazas para hacer sentir al espectador delante de un truco de dos horas de duración.


En esta película, el realizador británico vuelve a contar con Christian Bale y Michael Caine, además de las incorporaciones notables de Hugh Jackman y Rebecca Hall. El duelo interpretativo entre Bale y Jackman es simplemente de altura. Lo más atrayente del film sin lugar a dudas. Tanto el galés como el australiano dan una lección de lo que es desempeñar un papel complejo pero a la vez mostrar similitudes entre ambos, si bien Bale se lleva la palma por poco, y es lo mejor de toda la película. El actor británico está soberbio en su papel de Alfred Borden y el rol que desempeña está resuelto con una brillantez que hace que se coma la pantalla, estando a la altura de muy pocos actores (es uno de los mejores de su generación). El resto que acompañan al dúo protagonista están muy correctos. Incluso la aparición de andy Serkis (Golum) y la estrella David Bowie. La única que falla en todo el reparto es Scarlett Johansson, que se limita a estar de florero, con una interpretación plana y olvidable por parte de la actriz.


Nolan y su hermano Jonathan entretejen una trama compleja (basada en la novela de Christopher Priest), alternando flasbacks de las vidas de los dos protagonistas, presentándote las escenas como si se tratase de un propio truco. Porque esa es la intención del director, quiere que estés atento. Quiere que pongas empeño es desvelar el truco. Pero Nolan es listo, muy listo, y una vez más no va a dejar que nos dejemos el cerebro con las palomitas antes de ver la peli. Como todo truco que se precie, no podrás saber cuál es el verdadero truco hasta que llegues al final y te sea revelado la verdad.


El ritmo de la cinta es algo pausado (que no lento) y te va revelando datos cuando debe hacerlo. Chris vuelve a rodar en su Londres natal. La ambientación recreada del Londres de finales de siglo XIX es magnífica. Wally Pfister vuelve a colaborar con Nolan dándole otro gran y cuidadoso trabajo de fotografía. Sin embargo, el director no contó aquí con sus anteriores colaboradores en la banda sonora, y vuelve el regreso de David Julyan. De nuevo, el punto más flojo de la cinta, ya que sus tracks no aportan casi nada a la historia. Cierto es que tampoco la necesita. Ésta sería la última colaboración con Nolan, ya que en sus siguientes trabajos parece haber optado por Hans Zimmer (y Newton Howard en la secuela de batman) una opción de la cual ambos acaban beneficiándose.


El truco final es una gran cinta de suspense, un thriller inquietante en el que no podemos fiarnos de las apariencias (y menos de dos magos obsesionados por ser el mejor) y que te mantendrá en vilo y engañado hasta el último plano. También es un ejercicio de madurez del director, en el que la historia está contada de una forma menos comercial de lo que aparenta, y sin lagunas de por medio. Es un perfecto y elaborado truco tejido por un verdadero mago de la Industria. Señoras y señores esto es magia, magia de verdad.

Mi nota: 7,7

1 comentario:

  1. La vi por Scarlett Johansson, está divina, “El Truco Final” nos oferta una serie de actividades de extrema competición profesional con ánimo de venganza familiar y tono de misterio, por cierto me recuerda a “El Hipnotizador”, una serie de TV, tiene temática similar. En fin, la película tiene una historia entretenida en primera instancia, con diálogos rimbombantes y conjeturas rebuscadas nuestro director ejecuta una obra en fragmentos estilo puzzle pero sin llegar a los extremos, con una cuidadosa fotografía, escenarios planeados con la delicadeza de un gran artífice, maquillaje certero y fidedigno, es obvio que toda la producción se esfuerza por sacar la obra a flote sin el desventajoso desinterés del arrebato, sino con la intención de delicadeza, suspense y tensión, para los amantes de la taquicardia cuya percepción inspecciona hasta al más mínimo detalle, el cual será crucial en la película. Las virtudes de la cinta son evidentes, el guión es una obra escapista/ilusionista con el simple propósito de engañar al espectador y hacerlo sentir diversas emociones; la dirección de actores es exquisita.

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