miércoles, 18 de mayo de 2011

"Sin identidad" pero con personalidad.

Parece que al señor Liam Neeson convence bastante últimamente con este tipo de films. Por supuesto que ni se me ocurriría ni tan siquiera sugerir que se está encasillando, al contrario. Este tipo de género, con mucho suspense y acción lo había tocado poco en su carrera, quizás quitando películas aisladas como el Darkman de Sam Raimi, y ahora, más madurito parece que es cuando se ha lanzado a ello. Ahí están sus últimos ejemplos, tales como Batman begins, Venganza, El equipo-A o ahora la cinta que tratamos, Sin identidad. Y el resultado aquí vuelve a ser bastante solvente.



Gran parte de culpa de este entretenimiento bastante efectivo la tiene el propio Neeson y el resto del reparto, que acompaña de forma bastante solvente a nuestro protagonista en busca de su identidad perdida. Diane Kruger, que es mucho mejor actriz de lo que la gente la recuerda (por Troya), Aidan Quinn y Frank Langella aportan su granito de arena, siendo Neeson el que se lleva la palma evidentemente. Pero también hay que reconocerle el mérito al que está detrás de las cámaras, un español que debutó en Hollywood hace unos años con aquella terrorífica Casa de cera, me refiero a Jaume Collet-Serra. El director español sabe entretejer y luego mover los hilos de forma precisa, sin que el espectador se percate cuál será en absoluto el sorprendente desenlace.



Collet-Serra juega con el espectador con todo tipo de trucos y con esa incertidumbre maestra transmitida a la pantalla por Neeson, pero quizás de lo que peca en exceso es de los oportunos giros de la memoria en momentos claves del film, donde toda la complicación propuesta parece arreglarse con una imagen llegada desde el fondo del subconsciente del doctor Martin Harris (Neeson). No hay que restar mérito a ciertas escenas que quitan el hipo, como la persecución nocturna por las calles de la fría Berlín.



La película posee aire fresco, ese tipo de aire que ya no se respira demasiado en Hollywood. La historia, aunque coja partes de recuperaciones de memoria, es original dentro de sus arquetipos. La fotografía corresponde a Flavio Martínez Labiano, y cualquiera diría que tras un montaje tan frenético, puro de los mejores del suspense y la acción, se esconda un español. Esta cinta recuerda en gran medida a las del maestro John McTiernan, y por qué no, bebe de ellas. La música corre a cargo de la colaboracion entre John Ottman y Alexander Rudd, haciendo también lo propio para imponer ritmo frenético y de suspense en sus momentos necesarios.



En definitiva, Sin identidad (Unknown) es un film bastante aceptable, que entretiene todo el metraje, que contiene un poquito de todo: acción, suspense y emoción, y que además contiene un final bastante digno y sorpresivo que dejará seguro con ganas de más a quienes les entró por el ojo desde el minuto uno. Puede que a los que se llenaron de gusto con Venganza (Taken) queden aquí algo menos satisfechos, pero el buen cine y entretenimiento aquí está asegurado.

Mi nota: 6,4

1 comentario:

  1. Me gustó mucho el film y Liam Neeson me parece que lo hace sorprendentemente bien.

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