"Sin compromiso" y sin nada.

Natalie Portman está en un momento excelente, tanto de su carrera profesional (ha ganado su primer Oscar por Cisne negro) como personal (está embarazada de su primer hijo). Es una actriz enorme, como la copa de un pino, que rebosa una naturalidad insultante delante de las cámaras. Lleva varios años en la cúspide, sin embargo, tras Cisne negro apuntó que necesitaba un papel algo más relajado y no tan intenso, y lo buscó en las manos de Ivan Reitman (Cazafantasmas) en lo que sería su primera comedia romántica. He de decir, que por mucho que me pese, que Portman se ha equivocado rotundamente al hacer este film. Y posiblemente no sea ella el problema, sino Ashton Kutcher, que hace de su otra mitad.

Ivan Reitman es un director con más que experiencia, y sobre todo en el género de la comedia. Sin embargo, nos encontramos ante un caso muy similar al de "Sígueme el rollo", y es que no te ríes prácticamente nada. Piensas, bueno, al menos me contarán algo original sobre los "sexamigos o follamigos", esas relaciones que surgen de forma complicada entre buenos amigos de sexo opuesto y que acaban viendo en el sexo una salida y divertimento que ofrece algo distinto a sus vidas. Tampoco. Entonces, bueno a ver si hay algo de amor, y ahí es donde sí que no existe rastro alguno. Como he mencionado, Reitman tiene películas como Evolution o Mi SuperEx-Novia, donde ha demostrado estar curtido, pero aquí nada de nada.

Y sí es culpa de los actores, pero vayamos por partes. Portman está en plan, soy la chica, pero no la chica normal y corriente. Le da ciertos matices en un personaje que no depende de nadie ni quiere hacerlo, sabe cuidar de sí misma pero no quiere nada serio con nadie. Y luego está Ashton Kutcher. Con el mismo papel de siempre, repito, el de siempre y sin cambiar gestos faciales (cada vez se acerca más a Mark Wahlberg). Es increíble como este actor lleva años encasillado en el mismo papel, ojo, no en el mismo género, sino en el papel. ¿Qué pasa? Pues que aparte no hay química entre ellos. La cinta es sosa a reventar, y menos mal que anda por ahí un tal Kevin Kline que salva varias escenas y, por supuesto, la entrega de Portman en solitario.

Ése es el problema, parece que sólo el papel de Emma (Portman) está construido, porque Kutcher actúa igual que siempre. También ayudan de vez en cuando los clásicos amigos y amigas de los protagonistas, teniendo junto a Kline los pocos puntos del film. De verdad ¿no se da cuenta este actor que no para de hacer lo mismo una y otra vez? Aquí se da uno cuenta que sorpresas como "El efecto mariposa" son eso, sorpresas, y accidentes, que parece que no van a volver a repetirse, no al menos con la actitud de Kutcher. No hay tampoco escenas de sexo, ni de cama, no hay gags que podrían haber funcionado contando el tema que trata el film, no hay nada.

Sin embargo el film ha sido todo un exitazo en USA, supongo que por el tirón de sus protagonistas, pero que supongo que la mitad de ese público se iría de la sala sin haber sentido la más mínima emoción. Está claro que es una peli que no volveré a ver, a no ser que tenga ganas de ver a Portman, pero para eso está el cisne. Mi aprobado aún así se lo doy por ella y porque me pilló en una buena noche de redención conmigo mismo.

Mi nota: 5