Hace tres años Todd Phillips nos sorprendió a todos con The Hangover (Resacón en las Vegas), un film arriesgado en su humor y con muy pocos tabúes, con partes a carcajadas que hacía mucho que no provocaba tanto júbilo en el público. Ahora nos llega la secuela, The Hangover part II, haciendo alusión a una de las mejores películas de la Historia, y lo han hecho superándose casi en parte. Esta cinta hay que verla sí o sí, y si estás de mal humor entonces ya no te digo ná.
Todd Phillips intentó conseguir la fórmula con Robert Downey Jr. y Zack Galifianakis en su anterior film, Salidos de cuentas, pero está claro que Galifianakis, aunque también funcionaba en aquel film, al estar rodeado de los "machos" de la manada se consigue una explosión total. Ed Helms, Bradley Cooper y el propio Galifianakis se compenetran como si se conocieran de toda la vida, como si llevaran siendo colegas de juerga desde hace años, y eso se nota en pantalla. Incluso se puede apreciar, no hay que fijarse demasiado, en que los actores se lo están pasando de puta madre y se están partiendo el culo. Al igual que con Insidious, en esta crítica no puedo decir absolutamente nada de los puntos, ya que estropearía la gracia.
Decir que en este film se le da algo más de protagonismo a Stu (Helms) que en el film anterior, y para mí, verdadero descubrimiento del anterior film. Por supuesto él y Galifianakis se llevan los honores de ser los verdaderos cómicos, teniendo entre los dos varias escenas que te hacen casi llorar de risa. Cooper vuelve a quedarse algo más rezagado, pero en este film tiene más gracia que en el anterior. Phillips sabe meterle un ritmo imparable a la cinta cuando entramos en la parte del resacón, teniendo el primer acto unos minutos algo sosos, sin duda a propósito ahí colocados para luego meternos el chute de adrenalina y risas.
La situación de los protagonistas es tan absurda que realmente no desearíamos que nos pasara a nosotros. A ellos los acompañan Ken Jeong y el mono que tiene momentos realmente desternillantes. Incluso Paul Giamiatti se reserva un papel bastante cabronazo. En esta secuela Justin Bartha tiene menos minutos, lo cual es de agradecer, ya que me parece un sosaínas sin límites. Quizás esta secuela tenga en general menos puntos que la anterior, pero los que tiene son de mayor calibre.
Secuela más que digna, casi remake si no es por el cambio de escenario (pasamos de estancia Vip a todo lo contrario) cuya duración se hace cortísima si te lo pasas bien. Quien diga que Phillips se ha ablandado y no se ha arriesgado, nada más que tiene que esperarse a los títulos de crédito finales, así ya verá cómo lo que no le ha hecho cambiar de opinión en una hora y media sí lo hace esos cinco minutos finales. Definitivamente, la manada ha vuelto.
Puntuación: 6,9
No me suele gustar las comedias, pero puedo clasificar esta como una de mis favoritas (junto con la primera) ya que lo pasé en grande viendo la cinta, personalmente me gusto bastante.
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