Me gustó Kung Fu Panda allá por el 2008, pero esta secuela es más fuerte que su antecesora. El Panda estaba claro que iba a ser el recambio natural de la otra saga exitosa de la DreamWorks llamada Shrek y que con la irregular tercera entrega estaba dando paso por muchos motivos al panda.
Esta secuela es mejor porque mantiene el tono fresco de la primera entrega, gana en momentos realmente divertidos, su metraje es el necesario (incluso se me hizo corta) y además le introduce una carga emocional propia de la mismísima Pixar. Tampoco esperaba otra cosa, y a mi parecer, el panda, aunque no haya hecho mucha taquilla, puede estar orgulloso de salir airoso con respecto a los coches de Disney.
Mientras que en la primera entrega se limitan a decirnos quienes son los protagonistas y a ver quién es elegido el guerrero del dragón, aquí se profundiza totalmente en Po y en su misterioso origen. Visualmente la película es magnífica, creando bellos paisajes y mejorando bastante la técnica digital por parte de la DramWorks.
Hans Zimmer vuelve a poner la nota oriental a la banda sonora, incluyendo tracks nuevos a la original (casi insuperable) y manteniendo el nivel. En la versión original un malo malísimo Gary Oldman pone la voz al pavo villano. Aquí, Florentino Fernández vuelve a poner voz a Po. El ritmo es frenético durante toda la cinta y se pasa en un auténtico suspiro. El máximo acierto para mí ha sido mejorar los puntos cómicos del primer film, ya que aquellos que somos adultos nos reímos y disfrutas a tu manera, diferente del chaval que te acompaña y que se queda boquiabierto tras ver al panda por primera vez en acción.
Una película muy recomendable para toda la familia y mejor producto del esperado, resultado que a final de verano puede que no haya sido lo rentable que debiera, pero que a los que la hemos visto nos deja un muy buen rato de tarde y sobre todo, un buen rato en familia con los tuyos.
Puntuación: 6,7
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