No esperaba demasiado de Green Lantern. No le veo mucho potencial a este héroe de la DC ni tampoco al elegido protagonista Ryan Reynolds. Tampoco los trailers llamaban al optimismo, ni sus pósters y demás publicidad. Sin embargo detrás de las cámaras se escondía Martin Campbell, realizador de películas como La máscara del zorro (1998) o de una de las mejores (si no la mejor) entrega de la saga James Bond "Casino Royale". Pero el zorro o el agente 007 poco tienen que ver con Hal Jordan.
La cinta es demasiado sosa, en parte por culpa de su protagonista y también por el hecho de que le falta mucha fuerza a su historia. Y ojo que Reynolds desempeña a la perfección a Hal Jordan. Es éste protagonista, Jordan, el que no tiene enganche. El resto del reparto esta desaprovechado, dejando a Blake Lively como la clásica chica en apuros y a Peter Sarsgaard como un villano muy flojo. Increíblemente Tim Robbins aparece en esta película y Mark Strong está por primera vez ni fu ni fa.
Sin embargo el buen hacer de Campbell se nota, ya que sabiendo lo que tenía entre manos ha propuesto una película rápida y dinámica. Es decir, a pesar de sus innumerables defectos, entretiene. Tiene unos buenos efectos digitales y cuando parece que va a decaer hacia el muermo más absoluto el director introduce elementos de acción o de efectos y no tienes sensación de aburrimiento. Incluso en ciertas escenas acierta con tonos cómicos hacia la propia creación del personaje o a su peculiar grupo de lanterns (véase la bromita homenaje a Toy Story).
Los actores de por sí no tienen mucha química y hay demasiada sensación de ordenador que sobra en el film. Aún así, la pareja Reynolds-Lively no deja de funcionar del todo y tenemos una subtrama amorosa medio aceptable y una parte dramática de recuerdos del protagonista hacia su padre que dota a la historia de algo más de importancia. Sin embargo, parte del guión parece una mala copia de Batman Begins (2005), cuando se refieren a que un Lantern no puede tener miedo, ya os digo, si comparáis, copia descarada.
Green Lantern tampoco estaba hecha para triunfar en los Oscars, sin embargo tampoco es un pestiño enorme y funciona a la perfección como película superveraniega en la que no hay que pensar absolutamente nada y sólo dejarse llevar por el anillo, el cual conlleva una gran responsabilidad, pero no para nosotros, claro.
Puntuación: 5,9
Es una película para entretenerse y pasar un buen rato en una butaca fresquito para estos días de verano. No esta mal.
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