Mucho se ha hablado de Batman en estos últimos meses y días, y era normal, su inminente final estaba cerca y ahora ya ha llegado. Cierto es que The Dark Knight Rises puede que en conjunto no sea mejor que su predecesora, pero sí que hay que admitir que tiene las mejores escenas de toda la saga. Chritopher Nolan ya advirtió que tras lo de Heath Ledger no dirigiría una más si no lo convencía una potente historia, pero su hermano y David S. Goyer lo han conseguido, han logrado una historia al nivel de El caballero oscuro (2008) y eso en sí ya era un mérito, pero además han conseguido darle a Batman (en mi opinión) el mejor final que se le podía dar en la pantalla grande.
Y es que yo soy amante del cine pero también del cómic y hay que diferenciar una premisa básica, una gran diferencia que debe haber entre un arte y el otro: los cómics pueden extenderse hasta lo ilimitado, mientras que en el cine eso sería un sinónimo de estirar el chicle sin sentido. Mientras que mi personaje favorito, Batman, tiene más de 70 años, y ha pasado de todo en los cómics, no envejece, siempre se pueden contar recovecos de su historia en momentos cronológicos que nunca nos han contado (ése en el mejor de los casos, los peores llegan a inventarse personajes sin sentido o matarlo para devolverlo luego a la vida). Pero Nolan es listo, y tiene las ideas muy claras, sabe que eso puede hacerse perfectamente en las viñetas, pero no en el cine. Y él ha querido transmitirnos esa idea humana, de que no pervivimos eternamente como en el cómic, y el Bruce Wayne de Christian Bale, el Bruce Wayne de carne y hueso, mortal, que puede envejecer, herirse, humano, no es una excepción.
Batman tuvo un principio y debe tener un final para que podamos creer de verdad, que pueda existir ese símbolo, esa persona que está detrás de la máscara, para que, por si aún no lo hemos hecho, contactemos con él, sintamos empatía y nos demos cuenta de una vez, que no tiene poderes, es un humano, y como persona debe tener un final. Nolan nos regala el final de Bruce Wayne, porque esta trilogía que desde ya ha pasado a la Historia, es la vida de Wayne, y aquí llega a su punto y final.
Mucho se había hablado también del villano, y eso desembocaba de nuevo en el pobre Heaht Ledger, su sombra será muy alargada, pero recordemos que Tom Hardy tenía una doble tarea, no caer bajo el efecto del joker y a su vez ponerle las cosas difíciles a Batman, y sale airoso de las dos. Problema de aquellos que recuerden constantemente el joker no se fiajarán como deben en la brutalidad de Bane, personaje resucitado por Nolan/Hardy, y cuyo tratamiento tiene aquí el que merece, el que ha estado (según todos los cómics) más cerca de derrotar a Batman de todos sus villanos. No se pueden comparar a joker con Bane, ya que son como aceite y agua, completamente diferentes y Bane asusta, apabulla, aplasta y mantiene una estrategia terrorista que mantiene el alma de Gotham y de Bruce Wayne en hilo. Hardy y Bale protagonizan la mejor escena de toda la trilogía de Nolan, en un momento en el que Zimmer deja un segundo la música para escuchar y ver algo que todo fan de Batman o cinéfilo ha soñado.
Igual de difícil era la tarea para Anne Hataway, quien casa perfectamente con la Selina Kyle original de 1940. Era evidente su comparación con Michelle Pfeiffer, pero Nolan no nos muestra a una gata con 7 vidas ni rodeada de gatos, sino a una ladrona de guante blanco, ambivalente, sin bando, buscando su propia gloria de una mente atormentada de la vida que lleva. Hataway está simplemente perfecta, y encima ese traje le queda increíble. Lo mejor de Selina Kyle es que cumple con su función en toda la película y nunca sabes por dónde va a salir.
En el resto del reparto comenzamos por Joseph Gordon Levitt, el cual está muy correcto como el agente John Blake, digno sucesor del comisario Gordon en cuanto a honradez y valentía, aunque el único pero de este personaje es una pequeña idea algo forzada que tiene con respecto a cierta persona. Marion Cotillard cumple perfecta su rol de Miranda Tate, además de poseer ese carisma sensual que siempre lleva consigo. Destacar por supuesto a los que han estado (afortunadamente) presente en toda la trilogía: Michael Caine pidiendo a gritos una nueva nominación (sus conversaciones profundas con Bale son de lo mejor), Morgan Freeman, de nuevo como Fox ayudando con nuevo (y espectacular material) a Wayne y por supuesto Gary Oldman, que va de menos a más otra vez, dejando otros momentazos que se recordarán por siempre, suyos y de Caine son los momentos con un nudo en la garganta hacia el final, cuando fue imposible que se me escapara una lágrima.
La acción mejora notablemente con respecto a las otras entregas, dejando los planos mucho más abiertos (en IMAX debe verse espectacular) y las mejores escenas de lucha que he visto en mucho tiempo. Wally Pfister acierta de nuevo con la maestría que le caracteriza en la fotografía, al igual que Hans Zimmer, poniendo ese broche de oro final y ya característico tema de la saga, además del Deshey Basha ra, que llevo tarareando desde entonces.
El Caballero Oscuro: La Leyenda Renace tiene sin duda momentos de cine históricos, emotivos a más no poder, contiene escenas que te dejan simplemente pegado a la butaca, quizás el final divida un poco pero con el tono realista de Nolan y dejando a un lado la fantasía propia del cómic, es lo mejor que se le podía dar a este personaje Legendario como es Batman. Y muchos no recordamos de dónde venía Batman en el cine y por eso hay que darle las gracias eternamente al señor Nolan. Es una delicia para el cine y sus seguidores, y para el cómic y sus seguidores, es una grandísima película, y si esta cinta no consigue ganar el Oscar, ninguna cinta basada en este género lo logrará. Es una cinta de las que simplemente te dejan marcado a ti y a una época, es el final épico de Batman.
Mi nota: 9,2