La piel que habito representa para el que esto escribe la mejor película en la trayectoria de Pedro Almodóvar como director. Algunos la tildan de la peor, pero está claro que todos tenemos opiniones diferentes, y estos no han captado esa esencia que yo y otros muchos sí hemos hecho. Es a su vez su film más extremo, en todos los sentidos, llevando los límites morales de los personajes (sobre todo el del gran Antonio Banderas) a cruzar lo más inimaginable que uno es capaz de hacer.
Antonio Banderas ha confesado que bajo la dirección de Almodóvar tus trucos como actor no sirven de nada. Pero lo cierto es que bien le ha venido ser dirigido por él de nuevo, ya que parece captar al mejor Banderas que lleva dentro, firmando el mejor papel de su carrera. Atrás quedan estupendas caracterizaciones como las de Alejandro en La Máscara del zorro o la del guerrero número 13 o su última colaboración con Pedro Almodóvar en Átame!. Banderas da la sensación de haber madurado como actor de pronto y dota al doctor Robert Ledgard de una frialdad inhumana, desprovisto de sentimientos que marcaron dos enormes tragedias pasadas. Su venganza, al igual que su temperamento, se servirá muy fría y no se observará ningún atisbo de emoción o sentimiento hasta que la haya conseguido. Quizás también al estar algo más viejo sea todavía más creíble, pero lo cierto es que Banderas sale airoso, y me alegro de escribirlo, de todas y cada una de las escenas, incluyendo su tandem perfecto con Elena Anaya.
Elena Anaya está inconmensurable como Vera, un personaje al igual que el de Banderas muy difícil de construir y al que para darle vida y credibilidad no basta con poner un par de caretas en primer plano. Hay que llenarlo, sentirlo, Almodóvar es un buen director de actores y para las féminas tiene un toque especial. Es cierto que recuerda mucho al talante de Victoria Abril, pero Anaya tiene sus propias maneras de hacer las cosas. Está a la merced de Banderas como esa especie de experimento al más puro estilo Frankenstein. Ambos actores muestran su excelente química en pantalla (cosa que últimamente parece que no ocurre demasiado) e incluso en ciertas escenas complicadas y difíciles forman una pareja casi perfecta. Ya no me imagino a Penélope Cruz (iba a protagonizar inicialmente el papel de Vera) al lado de Banderas.
Ellos dos son los amos de la función y eso Almodóvar lo sabe. Aunque Marisa Paredes ponga su pequeño toque clásico, Eduard Fernández está muy desaprovechado y Roberto Álamo menos mal que sale poco, un gran descubrimiento ha sido el de Jan Cornet. El joven actor está enorme en todas sus escenas y resulta ser un tapado del filme. Almodóvar le imprime un buen ritmo a la cinta, dotando de algunas escenas de suspense muy logradas (aunque de ahí al terror hay un trecho) y mucha incomodidad en el espectador. De hecho el terror es pensar que puedan existir personas así, ése es el verdadero acierto de estos personajes donde todos merecen un castigo, sin excepciones.
Alberto Iglesias, habitual colaborador del director manchego, firma una de sus mejores bandas sonoras, aplicando mucho violín en las escenas extremas y revolviéndonos en la butaca su magistral sonido. No sería de extrañar que si este film acaba yendo a los Oscars la banda sonora esté nominada. El guión firmado por el propio Almodóvar está bien construido y si para algunos es muy previsible, bueno, otros también podemos intuir lo que pasará incluso antes de verla, pero nadie ha dicho que fuera buscando lo impredecible. Eso sí, técnicamente la cinta es casi insuperable y muchas escenas brillan sólo por el contenido de sus imágenes.
Puede que sea la única vez que haga una crítica tan buena de una película de Almodóvar, pero si sigue por este camino de personajes siniestros y almas torturadas a mí desde luego me tiene ganado (de momento). Lo que está claro es que este film no tiene nada que ver con ninguno de los que ha rodado, lo cual eso no quiere decir que no tenga su esencia, que la tiene. Éste era el momento de volver con Antonio Banderas y desde luego ha respondido con su mejor papel. Sin embargo si no eres muy del director, tienes gustos parecidos a Boyero o no te gustan las "idas de pinza" no te equivoques porque no es tu película. Para el resto que quieren ver algo diferente y de calidad, y encima española, desde luego eligen bien optando por la piel que habito.
Puntuación: 7,9